viernes, 10 de mayo de 2013

Carta abierta: Jorge Awad

Santiago de Chile. Viernes, 10 de mayo de 2013.

Don Jorge Awad:
Usted hoy ha acaparado portadas web, columnas y comentarios, con sus muy bien pensados comentarios respecto a la muy famosa Circular 17, los abusos bancarios y del retail cometidos (sí, les dije abusos, porque eso son, abusos. Léalo usted mismo en el Diccionario de la Real Academia Española: abuso de posición dominante.), y al fin de los contratos indefinidos. Usted, don Jorge, que ha sido dirigente de la Falange Cristiana desde sus orígenes franquistas y nazis. Usted, que es líder de la asociación gremial más impune y poderosa de Chile hoy en día. Usted, que parece ser un pésimo estadista (cito: "Somos 17 millones de personas. Vean ustedes cuántos cientos de millones de personas han tenido en los últimos 10 años operaciones con la banca. Entonces, de ese total tómenme las 500 mil". Rectifico: está comparando cantidad de personas con cantidad de transacciones, donde la comparación daría un factor de [transacciones/persona] / [persona], es decir, [transacciones/persona^2] y eso en porcentaje. Tremendo director de bancos que tenemos). Le quiero decir, con todas sus letras, que se ha convertido en un tirano de la Nación.
Le explico brevemente por qué. Lo expondré en tres puntos.
Primero, usted es director de bancos y de la ABIF, organismo gremial. Es ingeniero comercial, con vasta experiencia en finanzas (desde la Vicerrectoría económica de la PUC hasta el directorio de LAN). Pero le cuento que nada de lo que le ha enseñado ni la academia ni la experiencia contradice aquel antiguo dicho: el cliente siempre tiene la razón.
Sí. ¿Y sabe por qué? Porque estúpidos como nosotros le pagamos sus estratosféricos sueldos, sus sobrecalificados resúmenes laborales, sus obscenos bonos. Y somos estúpidos porque no se nos ocurre una forma de cincunvalar su sistema de opresión y de abusos (lo dije nuevamente). Su banco lo conforman personas. Peatones. Sus comisiones las pagan peatones. Sus bonos los financian peatones. Si todos decidieran retirar sus fondos de su banco, ¿qué le quedaría? Aparte de los paraísos fiscales, me refiero.
Segundo, usted es un ejemplo de apernado. Lleva ¿cuántos años en el directorio de LAN? ¿Y cuántos en el directorio del Banco de Chile? Aquella institución maravillosa que, al momento de tener un problema, culpa a sus proveedores (recordemos las cartolas y Xerox). Ese pilar y monumento de eficiencia que no puede finalizar proyectos con proveedores de clase mundial, por la inoperancia del banco. Ese banco que todos los chilenos aman a fin de año, por su sapiencia al asociarse con Mario Kreutzberger. Para qué vamos a hablar de ICARE. Y le apuesto que, de haber votado, votó por la reelección del rector que plagia en la Chile. ¿O me equivoco mucho? Porque si es así, puede desestimar todos mis siguientes comentarios. Pero sólo si me equivoco en serio, no para la foto. Si, al dormir cada día, no se regocija de sus conexiones, de llevar más de veinte años en la cabeza financiera de Chile, si no pretende no dejar nunca su cargo hasta el día de su muerte. Por eso le digo que es un apernado.
Y tercero, y final. No sé en la cabeza de qué asesor puede cruzarse decir "el sistema de pagos de Chile es una joyita", y menos que "pretendo defender". ¿Quiere perpetrar un sistema de asimetría de información? ¿De poca compensación al cliente y gran compensación al empresario? Me imagino que, hoy por hoy, debe ser un riesgo dirigir un banco, un riesgo mucho mayor que levantar una startup que pueda matar los antiguos medios de pago (como Khipu), que poner un carrito de sopaipillas en la calle para vivir día a día (lo desafío a emprender así, sin ese terno hecho a la medida ni corbatas Gucci), que mantener a una familia siendo padre o madre soltero/a, que vivir la vida del ciudadano promedio. El riesgo de vivir de vacaciones en Europa, paseando por el mundo, debe ser tremendo. El riesgo de tener un apellido rancio y de alcurnia, evidentemente segunda o tercera generación -tope- de inmigrantes medio orientales, debe ser abismante. El riesgo de estar en sus zapatos, me imagino que justifica tan suculento botín (porque del abuso vienen los motines).
Estos tres factores lo configuran como uno de los tiranos más abusivos de Chile: quiere proteger un sistema que sólo beneficia a un grupo sumamente selecto de empresarios bancarios, manteniendo una asimetría de información entre cliente/prestador, amenazando al usuario de a pie por sus propias miopías sociales, perpetrando un hurto legalizado, pervirtiendo un sistema financiero que podría ser perfectamente top de línea, ejemplo mundial.
Don Jorge, no se tome de forma personal mis comentarios. Sólo me enerva saber que hay empresarios tan anacrónicos que no pueden concebir un sistema igualitario, lleno de información, donde su empresa no compita por tasas sino por calidad real. Esa calidad que se ve en las sonrisas de quien va a una sucursal del Itaú y no del Chile. ¿Me explico?

Sinceramente suyo, se despide
Javier.

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